Esta fue la reflexión que el alumnado de 1º ESO A de nuestro colegio tuvo que afrontar cuando se les invitó a formar parte del proyecto “Somos los libros que leemos”. A lo largo de este proyecto, los estudiantes tenían que cumplir varias metas con el objeto de ser capaces de expresarse oralmente y por escrito con claridad, redactar distintos tipos de textos literarios, comprender y analizar textos orales con fines estéticos, aplicar las correctamente las reglas ortográficas y gramaticales, conocer tanto los géneros como los subgéneros literarios y usar las nuevas tecnologías para la creación de productos o trabajos.
Teniendo en cuenta los objetivos de aprendizaje mencionados anteriormente, la finalidad del proyecto residía en que los estudiantes fueran capaces tanto de reconocer como de aplicar o analizar diferentes tipos de textos literarios partiendo de las características formales de cada uno de ellos y, en consecuencia, poder transferirlos a otros contextos más cercanos a ellos como canciones, publicidad, lenguaje figurativo...etc.
En este sentido, se han llevado a cabo diferentes metodologías a lo largo de las sesiones de trabajo que han hecho posible un trabajo activo por parte del alumnado fomentando la colaboración, comunicación, creación y toma de decisiones. En concreto, el aprendizaje inverso nos ha permitido trabajar los contenidos en el espacio individual o en casa usando la herramienta Edpuzzle y con la inserción de preguntas que el alumnado debía realizar para adquirir los conocimientos previos. El aprendizaje cooperativo se ha llevado a cabo mediante la dinámica grupos de expertos en donde cada uno de los miembros del grupo base ha trabajado un tema en común con el grupo de expertos sobre los géneros literarios (definición, subgéneros, autores y obras aragonesas y nacionales) con la finalidad de crear un mapa conceptual en el que visualizar lo aprendido. El ABP (Aprendizaje Basado en Proyectos) ha estado presente como metodología activa para dar respuesta a la pregunta inicial y que ha marcado la hoja de ruta a lo largo de todas las sesiones.
En relación a lo anterior, la evaluación ha estado presente teniendo en cuenta los criterios correspondientes a la materia de Lengua Castellana y Literatura de 1º ESO y de un modo global ya que han estado presentes los cuatro bloques de la asignatura. Concretamente, la evaluación diagnóstica o inicial nos ha permitido conocer qué sabía el alumnado sobre los objetivos de aprendizaje propuestos mediante la realización de un cuestionario online en el que se recogieron y compartieron los resultados con el alumnado, haciendo hincapié en determinados aspectos como profundizar en los subgéneros literarios, analizar sus diferencias, terminología o aspectos formales como métrica, tipos de estrofa o tipos de narrador.
En cuanto a la evaluación formativa ha tenido mucho protagonismo a lo largo de las sesiones ya que instrumentos como escalas de evaluación o listas de cotejo nos ha permitido saber en todo momento qué sé, qué he de aprender y qué debo reforzar. Esto ha propiciado trabajar la autorregulación del aprendizaje y exigirse más en determinados aspectos o momentos del proyecto o proceso de aprendizaje. En este sentido, la retroalimentación tanto verbal como escrita ha sido inmediata, orientada al aprendizaje y atendiendo a las capacidades y ritmos de aprendizaje de cada uno de los estudiantes.
Además de lo anterior, hemos trabajado rúbricas para evaluar de un modo más concreto las distintas dimensiones de los criterios de evaluación. Una evaluación más plural integrando la coevaluación, autoevaluación y evaluación del docente con la finalidad de aportar una mejora lo más cualitativa posible del desempeño de cada uno de los alumnos. Por ejemplo, tras la realización de un ejercicio para evaluar la comprensión lectora de un texto lírico sobre una canción de Antonio Flores, “No dudaría”, los estudiantes realizaron una autoevaluación para conocer en qué medida habían adquirido o superado los objetivos propuestos y compartir con el grupo los resultados con la herramienta Mentimeter.
Una vez trabajamos los distintos géneros literarios, los subgéneros, características...etc pasamos a una fase más compleja del proyecto que era el análisis de varios fragmentos literarios y en donde usamos la rutina de pensamiento denominada “Compara - contrasta”. Inicialmente, el trabajo fue individual para posteriormente ser compartido con una pareja y recibir retroalimentación entre pares. Posteriormente, recibían la retroalimentación del docente que aportaba aspectos de mejora o de modificación tras el trabajo realizado. Finalmente, realizamos una breve técnica de cierre dentro de la evaluación formativa conocida como Exit Ticket, destacando los aspectos más destacados a lo largo de la sesión.
La competencia de saber expresarse oralmente y de un modo coherente sobre un tema determinado también ha estado presente en nuestro proyecto “Somos los libros que leemos”. El conocimiento de un contenido ha de transferirse a otros contextos para que sea efectivo. En este sentido y usando la herramienta Flipgrid, los estudiantes eligieron un cuento de esta página web que leyeron y analizaron para comentar los elementos que integran a este género literario en un vídeo y usamos esta rúbrica para evaluar su trabajo.
En la sección “El espectáculo debe continuar” comenzamos con la proyección de un fragmento de “La casa de Bernarda Alba” de Federico García Lorca y en la que nos centraríamos en el género dramático y sus subgéneros. Tras ello, los estudiantes cumplimentaron una lista de cotejo sobre qué elementos de los aprendidos previamente estaban presentes en el vídeo. A continuación, lo valoraron con los compañeros resolvimos algunas dudas y trabajamos la comprensión lectora de un texto dramático cuyos ejercicios y actividades estaban orientados a que recordasen, reconocieran y aplicaran los contenidos propuestos para terminar realizando una presentación oral en la que analizasen un texto dramático elegido por ellos mismos y ante sus compañeros.
El género lírico y sus características formales fueron trabajados desde el modelo del aprendizaje inverso tratando tipos y subtipos, métrica, principales figuras literarias, rima y ritmo. El “gancho” que usamos fue la canción “Son mis amigos” de Amaral en la que reflexionamos y analizamos aspectos como la rima, estrofa, verso, figuras literarias...etc. Eso nos sirvió para valorar lecturas posteriores sugeridas para trabajar también la comprensión escrita y análisis de fragmentos de autores tanto aragoneses como nacionales.
Junto con todo lo anterior, nuestro proceso de enseñanza-aprendizaje ha contado con unas dinámicas muy recomendables y que ayuda al alumnado a reforzar, recuperar y mantener los aprendizajes esenciales: las técnicas de evocación de los aprendizajes. Concretamente, hemos usado los turnos de evocación que consisten en que en grupos de cuatro estudiantes aporten tanto cuanto recuerden y sin repetir información en un tiempo de 2 minutos. El resto de compañeros debe permanecer en silencio. Este tipo de técnicas son muy adecuadas para ser incluidas a lo largo de la unidad didáctica, proyecto o tarea que estemos trabajando con un fin evaluador, pero no calificador.
Finalmente y tras el trabajo formal relacionado con los géneros literarios, el alumnado volvía al principio de la tarea para retomar la reflexión inicial: ¿Qué mejor forma de valorar y conocer el proceso de creación de un libro que convertirse en un autor de un texto literario? En esta fase de creación, los estudiantes se convierten en autores literarios mediante la creación de un relato corto o cuento que incluyese todos los elementos de la narración estudiados en el proyecto. Para ello, siguieron estas fases:
“Somos los libros que leemos” ha sido una estupenda experiencia de aprendizaje en la que los estudiantes han tenido la oportunidad de aprender y diferenciar los diferentes tipos de géneros literarios, sino también a valorar el objetivo que se persigue o se esconde tras toda obra literaria: embellecer el lenguaje, emocionar, sensibilizar, reflexionar...etc sobre diferentes temas que siempre existirán y preocuparán a los seres humanos.
Han tenido también la ocasión de sentirse autores y autoras de un relato cuyos personajes, espacios, tiempos...etc han nacido desde su imaginación. Han nacido desde su creatividad como estudiantes.
Muchas gracias a 1ºESO A del curso 2020-2021 por hacer posible este y otros trabajos; este y otros proyectos que, seguro, no serán los últimos. ¡Felicidades, chicos!