En nuestro caso es algo inherente, desde el comienzo de nuestras andadas el entorno natural ha sido una de nuestros pilares, no sólo en clave de huerto sino también por los animales que nos acompañan en nuestro crecimiento.
Loris Malaguzzi decía que el espacio era el tercer educador, así que en nuestro caso contamos con un “educador” muy potente.
Con la ayuda de los alumnos de FP contamos con un sólido proyecto de huerto escolar.
Los alumnos de toda la etapa de Infantil y el primer ciclo de Primaria cosechan sus propias plantas y hortalizas, desde la siembra, al regado, trasplante y recolecta, en algunas ocasiones se realiza en vivero y en semilleros, y otras directamente en el suelo, de esta manera están en pleno contacto con el proceso.
Durante las primeras sesiones, se les explica a los más pequeños las cualidades y características de las semillas, haciéndoles familiarizarse con todo tipo de hortalizas y plantas.
Más tarde, se preocuparán por el regado, pues no todas necesitan la misma agua ni ser regadas con la misma frecuencia.
Y en posteriores sesiones los alumnos se encargarán del trasplante de semilleros a tierra y/o a la recolección de frutos.
Alguno de los beneficios que nos permite esta experiencia es probar, experimentar y aprender haciendo, de esta manera conseguiremos un aprendizaje significativo, algo muy importante en la etapa Infantil.
Pero no solo, si no que impulsará valores de conciencia y respeto hacía el medio ambiente, la paciencia, la responsabilidad, el trabajo cooperativo y además fomentaremos la adquisición de buenos hábitos alimenticios y por supuesto la involucración y participación de las familias.