Educamos

Hoy en día, nos encontramos dentro de una sociedad en la que el estilo de vida sedentario está a la orden del día. Es por esto, que los centros educativos, a través de asignaturas como Educación Física pretenden huir del estilo de vida sedentario e inculcar en el alumnado hábitos de vida saludables. 

Centrándonos en la etapa de Educación Infantil se habla de psicomotricidad, la cual es esencial para el desarrollo global de las personas ya que con ella se desarrollan al máximo los ámbitos cognitivo, social, emocional, físico, motriz y afectivo de todos los niños.

La psicomotricidad en los proyectos

A través de los proyectos se pretende que los niños aprendan de manera vivencial sobre un tema específico. De este modo, la psicomotricidad adquiere un papel relevante, ya que se crean situaciones ambientadas dentro del proyecto que se está llevando a cabo, dando pie a los alumnos a desarrollar sus capacidades de una manera lúdica, y divertida, trabajando así aspectos como su motricidad, coordinación y esquema corporal entre muchos otros, todo ello a través del movimiento. 

Así es, que los alumnos pueden vivenciar, por ejemplo, en qué consiste un auténtico torneo de justas como en la Edad Media, o incluso, realizar teatralizaciones en teatros de sombras. Llevando de este modo a la psicomotricidad más allá del puro movimiento, dándole sentido y siendo significativo para el alumnado. 

Psicomotricidad e inteligencia emocional

Más allá de ver la psicomotricidad como algo que solamente desarrolla el movimiento y las acciones motrices, es considerada una de las mejores opciones para desarrollar la inteligencia emocional ya que los niños y niñas a través de las acciones que llevan a cabo con su cuerpo expresan sus deseos de hacer, sentir y comunicarse con los demás.

Esto se ve en su motivación, interés, entusiasmo y alegría que les genera explorar el entorno que les rodea usando su cuerpo. Además, gracias a actividades que trabajan la expresión corporal como lo son los juegos de estatuas, teatros de sombras o moldeamientos de cuerpo, los alumnos se comunican y expresan lo que sienten a través de un lenguaje no verbal que acaba desarrollando su inteligencia ya que comienzan a entender sus limitaciones, capacidades, deseos y emociones.

El papel del entorno rural

El lugar en el que se desarrollan las sesiones es una parte indispensable, ya que este forma parte del aprendizaje. Es así como realizar la psicomotricidad en un entorno abierto, como lo es el bosque y lleno de elementos naturales, con los que el niño pueda experimentar e interactuar, dan pié a desarrollar su imaginación y a que se desarrolle al máximo en todos sus ámbitos del desarrollo de una manera más libre que en una sala cerrada.

En conclusión, la psicomotricidad no trabaja únicamente el cuerpo y los movimientos que se realizan sino que también desarrolla los ámbitos sociales y emocionales de cualquier niño generando en este un aprendizaje significativo que permiten al alumnado desarrollarse plenamente. 

Con el final de las clases y el inicio del verano se plantea la gran pregunta: ¿qué hacer para que los niños y jóvenes no dejen de realizar actividad física?

Y es que, mirando a este dilema con perspectiva, resulta cierto pensar que las vacaciones son generalmente concebidas para descansar, relajarse, viajar y, en resumen, hacer todo aquello que no se ha podido durante el resto del año. Pero esto no puede llevar a dejar de hacer todo aquello que sí se ha hecho, especialmente hablando de la realización de actividad física.

Durante el año la gran mayoría de los niños y jóvenes se mantienen en movimiento a través de, en muchos casos, la realización de extraescolares deportivas, y de una manera global, gracias a la propia asignatura de Educación Física.

Es por esto, que el final de curso también trae consigo el cierre de estas actividades deportivas, lo que puede suponer, en muchos casos, la desaparición de todas las principales fuentes de actividad física.

A esta situación habría que añadir al gran enemigo que se presenta en esta época del año: el calor, gran limitante para la práctica deportiva en verano. 

Y frente a este enemigo común, parecen dos aliados indispensables: la sombra y la hidratación.

A la hora de fomentar la actividad física en verano, y de incentivar a la juventud a su realización, se debe tener en cuenta en todo momento esas dos condiciones indispensables, realizar todas las actividades a la sombra, siempre que sea posible, y evitando las horas centrales de más calor y mayor impacto de los rayos del sol, y tener siempre a mano fuentes, botellas, o cualquier otra forma de hidratarse y refrescarse, para mantener la temperatura corporal en unos baremos razonables, y para reponer toda el agua y sales perdidas debido al sudor.

No puede ser tampoco despreciado el importante papel de ayuda que puede desempeñar la ingesta de frutas de temporada, como sandía, cerezas o melón, entre otras, las cuales además de sus grandes, y de sobras conocidas por todos, características nutricionales, basadas en un importante aporte vitamínico y mineral, poseen una gran función refrescante, debido a su alta composición en agua. Esto las convierte en una excelente opción para reponer energías e hidratar el cuerpo ante el asfixiante calor.

Así pues, teniendo esto en cuenta, siempre es una gran opción realizar actividades en el medio natural y/o acuático, como pueden ser la montaña y la piscina. En el primer caso, realizar diferentes actividades motrices en la montaña, ya sean de senderismo y montañismo, o simplemente de realización de juegos y deportes, es una gran opción debido a la temperatura más amable y al aire fresco presente en dichas zonas, como a la accesibilidad a diferentes ríos o pozas en los que bañarse y nadar o refrescarse y relajarse. La opción de la piscina, la cual es la escogida por el colegio para las clases de educación física durante las últimas semanas del curso,  también es una fantástica manera de no dejar de realizar actividad física pero sin sucumbir a las altas temperaturas y a los peligrosos rayos del sol. 

A modo de conclusión, tras los diferentes aspectos comentados, es necesario recalcar la vital importancia de no dejar que los niños y jóvenes caigan en el sedentarismo durante los meses de verano, si no que, en su lugar, sean capaces de seguir realizando actividad física, pero haciéndolo de una manera prudente, segura y divertida.

Últimamente en la educación y sobre todo en la etapa de infantil ha surgido una nueva corriente en cuanto a pedagogías, hablamos de las pedagogías activas.

Las pedagogías activas, son todas aquellas pedagogías (técnicas y metodologías) que favorecen un aprendizaje basado en la observación y la experimentación, donde el niño/a adquiere su propio aprendizaje con un ambiente preparado y los recursos necesarios.

No obstante, pese a que están empezando a ser más visibles ahora, estas pedagogías llevan ya un tiempo con nosotros. El filósofo John Dewey, ya habló del learning by doing para explicar que aprendemos a través de las experiencias.

Actividades de Escuela Activa

La Escuela Activa surge como una nueva manera de entender el aprendizaje, la educación y el desarrollo armónico del estudiante que, no solamente debe aprender o reproducir ideas, sino que las debe comprender, es decir producirlas. De esta manera potenciamos el pensamiento crítico y creativo que prepara a los niños para tener autonomía, comprender en el aprendizaje por descubrimiento, aprender de la colaboración y a realizar trabajos en forma grupal.

La pedagogía activa es un método educativo que se puede resumir en estos tres principios:

La escuela activa fue determinante para iniciar una revolución pedagógica, al impulsar la posición del estudiante en el centro del proceso, al considerarlo como el nuevo eje de la formación que por sí mismo aprende y se autoeduca. De esta forma, la finalidad última de la educación será la de garantizar la felicidad y socialización del estudiante, proyectándolo al ámbito social con sus compañeros, integrándose en agrupaciones para conseguir la socialización de manera responsable.

La aplicación de la pedagogía activa debe llevarse a cabo mediante talleres vivenciales de experimentación metodológica.

Las metodologías activas ofrecen una alternativa atractiva a la educación tradicional al hacer más énfasis en lo que aprende el estudiante que en lo que enseña el docente, lo cual da lugar a una mayor comprensión, motivación y participación del estudiante en el proceso de aprendizaje.

Sesión con pintura luminiscente.

Actualmente existen distintos tipos de pedagogías activas para ofrecer a los pequeños una enseñanza alternativa a la educación actual, Montessori o  Waldorf son algunas de ellas. 

Es fundamental suscitar su interés y sus ganas de aprender. Para ello, educar en el asombro, fomentar el aprendizaje por descubrimiento, comprensivo y significativo, así como aprender jugando, son grandes aliados para alcanzar nuestro objetivo.

Los adultos debemos mostrarnos como modelos de referencia creativos, así, de esta manera, conseguiremos que los niños también lo sean, pues fomentar la creatividad infantil es muy importante para su desarrollo posterior.

En San Gabriel trabajamos las pedagogías activas desde el primer ciclo de infantil hasta el primer ciclo de primaria. Utilizamos recursos variados como la mesa de luz, talleres de luz negra, instalaciones de juego, provocaciones visuales, mesas de trasvase…

Creemos que este tipo de pedagogías nos diferencia de otros centros y enriquece el aprendizaje de todos nuestros alumnos preparándolos para los futuros retos.

Al nacer somos seres inmaduros y dependientes con unas necesidades que cubrir, cómo son: comer, dormir, sentirnos protegidos, queridos, necesitar a los otros…

La forma de cubrir estas necesidades está relacionada con el apego y sus tipos.

El apego es el vínculo emocional y afectivo que se crea entre el bebé y su cuidador de manera íntima y duradera proporcionado seguridad y protección. Se desarrolla en la primera infancia. 

Es importante que esta conexión, tanto emocional como psicológica, surja al ser bebés ya que la calidad del apego influye en el desarrollo futuro de la persona. 

Para fomentar el apego en los niños es vital que durante el desarrollo del mismo el cuidador ofrezca cercanía y seguridad al niño a través de un clima estable, feliz  y de confianza puesto que contribuye en su desarrollo  social, cognitivo y emocional.

El apego es clave en el desarrollo de la vida del niño porque es una necesidad del ser humano; la calidad del mismo influye tanto en su comportamiento y desarrollo y proporciona seguridad, confianza, autoestima y autonomía.

En función del tipo de apego que los niños tienen con sus cuidadores y/o padres desarrollan unas relaciones más o menos saludables.

Es fundamental tener en cuenta que los niños necesitan nuestro cariño, que les pongamos límites, que les acompañemos  en la regulación de sus emociones, que fomentemos su autonomía, su personalidad, que le demos confianza… para ello es necesario que los cuidadores y/o padres nos comportemos de manera acogedora y atenta con ellos.

De acuerdo con los postulados de la Teoría del Apego, de  John Bowlby (1958)  existen cuatro tipos de apego: seguro, evitativo, ambivalente y desorganizado.

Cuando un niño se siente querido, valorado y aceptado por sus cuidadores y/padres hablamos de un apego seguro que le permite al niño interactuar con confianza y positivamente con los demás.

Por el contrario, cuando un niño tiene miedo, no tiene esa necesidad de buscar al cuidador y /o sus padres ante una situación dolorosa, se sienten incomprendidos, poco  apoyados significa que se ha desarrollado apego inseguro (evitativo, ambivalente o desorganizado).

El desarrollar un  apego inseguro durante la infancia se mantiene durante el resto de la vida, debido a la carencia que existe de un vínculo seguro  y de confianza, el cual va  a estar presente en las relaciones sociales que establezca tanto de niño como de adulto.

Este tipo de apego hace que  el niño tenga más dificultades a nivel de autoestima, de ansiedad, de autonomía, de dependencia emocional y en las relaciones con los demás, dificultando un desarrollo adecuado y sano en la vida del niño.

Por eso es importante prestar atención a las necesidades de los niños y ayudarles a ser personas sanas tanto física como emocionalmente ya que somos su espejo, sus guías y la mayor parte de nuestros actos y conductas, son su fuente de aprendizaje. Por lo tanto,  es fundamental enseñarles a ser, a pensar, a actuar, de una manera lo más empática y adecuada, para que en un futuro sepan aceptar, respetar, resolver conflictos y valorar tanto a los demás como a ellos mismos. 

Como hemos dicho anteriormente, todo esto se consigue a través del apego, es decir, el apego  nos ayuda a conectar con el entorno  y las personas del mismo.

“Todos los aprendizajes más importantes de la vida se hacen jugando”así resume Francesco Tonucci la gran importancia que tiene el juego en la etapa infantil ya que es algo que está presente en la vida del niño de manera innata.

Cuando un niño se involucra en el juego, desarrolla importantes habilidades y destrezas como son: compartir, comunicarse con los demás, cooperar o esperar su turno. Además, les ayuda a desarrollar su creatividad e imaginación y a adquirir ciertas normas de convivencia y comportamiento. Por todo ello, se podría decir que el juego es la tarea más importante que los niños han de hacer y no se trata de una simple manera de pasar el tiempo, sino que es fundamental para su pleno desarrollo.

De esta manera, existen diferentes tipos de juego que van variando en función de la edad del niño/a. 

En cada una de las etapas del desarrollo infantil predomina un tipo de juego diferente que irá evolucionando al mismo tiempo que él. En este caso haremos hincapié en el juego simbólico.

El juego simbólico aparece a lo largo del estadio preoperacional, es decir, aproximadamente desde los dos hasta los siete años. Se podría decir que con este tipo de juego es con el que más aprenden durante toda su infancia.

¿Qué es el juego simbólico?

Se trata de un tipo de juego en el que los niños simulan situaciones imaginarias y dan un significado a objetos, personas y acontecimientos; recrean y representan todo lo que ocurre a su alrededor e interpretan roles como por ejemplo el de médico, el de papá o mamá, el de cocinero…, es decir, los niños ensayan e interpretan situaciones en las que más tarde se desenvolverán en la vida real.

Este tipo de juego estimula el desarrollo físico, psíquico, afectivo y social de los niños y niñas y, entre otros, aporta beneficios como:

¿Cómo estimular el juego simbólico?

El juego simbólico no suele estar marcado por pautas, sino que se trata de un juego libre en el que en ocasiones se preparan y adecúan los espacios para ello.

Para favorecer el juego simbólico debemos ofrecer a los pequeños las herramientas y situaciones necesarias, por lo que es importante que tengan a su disposición, juguetes adecuados que estimulen este tipo de aprendizaje.

Podemos proporcionar al niño/a objetos similares a los de la vida real como podría ser un volante, una cocina de juguete, una bañera o un bebé. O materiales no tan elaborados como podría ser una caja de cartón, con la que ellos podrían crear un mundo imaginario.

El juego es la herramienta fundamental de aprendizaje y desarrollo de los niños y les acompaña durante toda su infancia. Con las actividades y juguetes adecuados, podemos estimular a nuestros hijos para que desarrollen sus capacidades mientras se divierten jugando.

¿Cómo evaluar el juego simbólico?

La forma de evaluación más utilizada en la etapa de Educación Infantil es la observación ya que es la mejor manera para poder comprobar los aprendizajes y conocimientos adquiridos por los pequeños. Para ello, debemos respetar en todo momento el juego de los niños y niñas, pero será de gran importancia poner atención a todo aquello que expresan mientras juegan.

Los adultos son todo un ejemplo y una referencia para los pequeños y, si se observa detenidamente el modo en el que juegan y las expresiones que utilizan, se puede ver cómo reproducen la realidad de manera muy similar a como ellos la perciben en los adultos de referencia cercanos a su experiencia.

En definitiva, con el entorno y los materiales adecuados se puede estimular a los niños para que desarrollen sus capacidades mientras se divierten.

Ciencia y Experimentacion

Desde el colegio San Gabriel somos totalmente partidarios de aplicar en el aula el trabajo por proyectos. Son muchos los beneficios que este tipo de aprendizaje proporciona a nuestros alumnos/as, destacando que es el alumnado quien decide la dirección por la que irá encaminada nuestra investigación y todo aquello que realmente desean aprender, lo cual resulta totalmente motivador para nuestros pequeños.

Durante este último trimestre estuvimos investigando, entre otras cosas, sobre el polo norte y los osos polares, lo cual suscitó mucho interés en nuestro alumnado y surgió una pregunta muy interesante que pudimos resolver a través de un experimento.

¿Cómo se mantienen calientes los osos polares?

Los osos polares tienen la piel mucho más gruesa que la nuestra y con este experimento pudimos comprobarlo en primera persona. Para ello utilizamos primero un guante de plástico, lo introducimos en un bol con hielo y pudimos comprobar cómo se sentía muy fresquito. Posteriormente, nos pusimos un segundo guante y con la ayuda de una pajita soplamos entre ambos para introducir aire entre una capa y la otra. El pelaje de los osos polares es hueco y atrapa mucho aire. El aire es un excelente aislante y protege al oso polar del frío.

Ciencia y Experimentacion

Lo que está claro es que no hay mejor manera de aprender que a través de la experimentación y la acción. Es imprescindible proponer a nuestro alumnado actividades vivenciales que les permitan participar de manera activa en la adquisición de sus propios aprendizajes.

Los experimentos resultan muy motivadores para nuestros alumnos/as ya que despiertan su curiosidad y sus ganas de descubrir las respuestas y retos que estos nos proponen. Son inmensas las posibilidades que estos nos ofrecen ya que nos permiten trabajar una gran variedad de contenidos curriculares de una manera totalmente práctica y sobre todo divertida.

Los experimentos nos permiten acercar a los más pequeños a la ciencia y al pensamiento científico. Es imprescindible desarrollar en ellos desde edades tempranas la capacidad de observación, experimentación, formulación de hipótesis, etc.… y sobre todo su CURIOSIDAD por aprender cosas nuevas.

 

Conectados Naturaleza

El aprendizaje por proyectos, pilar fundamental de nuestro colegio, proporciona a los alumnos un aprendizaje integral ya que abarca diferentes áreas de conocimiento y, además, este aprendizaje se realiza en torno a un tema interesante para los alumnos, lo que les mantiene motivados y con ganas de aprender.

En el tercer trimestre, los alumnos de 3º de educación Infantil han estado inmersos en un proyecto sobre el bosque, aprovechando el entorno privilegiado de nuestro centro en el que pueden estar conectados con la naturaleza, han aprendido sobre todos los animales, bichos, insectos y sus cadenas tróficas. Hemos investigado en libros, hecho excursiones, recogido datos y poco a poco hemos ido descubriendo los secretos que el bosque escondía y conociendo a algunos de sus habitantes.

Conectados NaturalezaComo actividad final, nuestros alumnos crearon un hotel de insectos reutilizando para ello envases de plástico de diferentes alimentos para darles una segunda vida. En el interior de cada envase, los alumnos colocaron diversidad de elementos naturales que fueron recolectando por el bosque como ramas piñas o cortezas. De vez en cuando íbamos a visitar nuestro hotel para ver si teníamos nuevos inquilinos, observarlos y aprender sobre ellos. Por ejemplo, para trabajar la escritura, escribíamos todos los datos importantes en unas fichas muy chulas. Además, también esparcíamos agua con azúcar para que viniesen más insectos, y descubrimos que las hormigas eran muy golosas.

Se implicaron mucho y les encantó y además ¡nos presentamos a un concurso de medio ambiente con nuestro hotel de insectos!

Tuff Tray

Las bandejas de Mundo Activo o Tuff Tray no son más que unas bandejas de plástico con forma octogonal que nos sirven para presentar provocaciones visuales.

El hecho de que sea octogonal permite que jueguen varios niños a la vez sin problemas, porque cada uno ocupa un lado de la bandeja y es fácil gestionar el espacio que ocupa cada uno, de manera que también potenciamos la espera, la paciencia y el respeto entre iguales.

Un lienzo en blanco donde desarrollar un sin fin de actividades, y con un montón de posibilidades de juego, estas engloban desde los minimundos, las bandejas sensoriales, el juego libre…

Tuff TrayEs un material que por sus características respondería a las invitaciones de juego del Método Reggio Emilia, con un gran potencial para estimular de manera sensorial y mediante la experimentación a los niños de 0 a 6 años, pero que tienen un amplio abanico de usos más allá de esas edades.

Además este material es muy versátil porque podremos trabajar los diferentes intereses de cada grupo.

En el aula de 2 años lo hemos utilizado mucho durante el curso y podemos afirmar que es un material que gusta mucho, y que siempre sorprende.

Una de las provocaciones que hicimos fue “el mar”. El agua es un elemento de juego que nunca falla.

En esta actividad presentamos tiras de papel, animales variados, agua con colorante, pipetas para recoger y trasvasar agua, algunos recipientes, arena, conchas y pinzas de plástico para recoger los animales.

Movidos por descubrir los hábitats de los animales, llegamos al mar, donde pudimos experimentar diferentes texturas, la arena, el agua de color azul, las conchas, algunas lisas y otras rugosas, suaves por dentro, los animales del mar, ballenas, estrellas de mar, peces….

Pero no sólo esto, sino que también descubrimos lo que pasa cuando el agua se pone en contacto con la arena, y es que podemos crear figuras con el resultado, pero, ¿y si nos quedamos sin agua?, ¿los animales donde vivirán?...

Algunas habilidades que trabajamos son: Coordinación óculo-manual, psicomotricidad fina, toma de decisiones e interacción social…

En consecuencia, el uso de las bandejas tuff tray ha supuesto una motivación extra para nuestro alumnado con un aprendizaje significativo.

 

18Aprender Ingles

La adquisición de una segunda lengua implica en principio el mismo proceso interno de aprendizaje que el que utilizamos para la adquisición de la lengua materna. 

Existen, por supuesto, algunas diferencias ya que no es lo mismo aprender un idioma de forma natural y en la primera infancia que un segundo idioma y en edad adulta. Estas circunstancias o factores específicos son en los que los profesores de idiomas hacen hincapié para ayudar a sus alumnos. 

En principio, a mayor exposición al idioma meta, mayor rapidez en el aprendizaje del mismo. Sin embargo es difícil establecer el número de horas necesarias para el aprendizaje de una segunda lengua. Como hemos dicho, el hacerlo a una edad temprana donde se reciben un gran número de estímulos en el lenguaje meta o hacerlo en un entorno natural o académico son decisivos para aprender de forma más rápida. 

Aprender una segunda lengua desde la infancia supone adquirir un mayor dominio y poder llegar a ser bilingües. Por eso nos hacemos dos preguntas, ¿cuál es la mejor edad para qué un niño aprenda un segundo idioma? y ¿Cuanto tarda un niño en aprender una segunda lengua?

De los o a los 3 años

Algunos investigadores mencionan que si el niño entra en contacto con la segunda lengua entre 0 y 3 años de manera estable y continua puede aprender esta segunda lengua de un modo natural al igual que ocurre con su lengua materna.

De los 3 a los 6 años

En esta etapa el cerebro sigue en un estado de predisposición para aprender otro idioma. Es cierto que el aprendizaje ya no será algo tan natural como en la etapa anterior.

La clave de esta etapa es la exposición estable y continua a la segunda lengua en cuestión. El proceso de aprendizaje se basa en la experiencia, es decir debemos evitar explicaciones y favorecer el uso del segundo idioma.

De los 7 a los 12 años

A medida que avanzamos en edad, el aprendizaje de la segunda lengua pierde su carácter natural.

Sigue siendo primordial tener un contacto directo con el idioma y además se puede introducir alguna regla gramatical o aprendizaje más elaborado, eso sí, hay que intentar que siempre esté basado en experiencias concretas.

Aprender Ingles

¿Cómo se trabaja el aprendizaje de una segunda lengua en el colegio San Gabriel?

En el colegio San Gabriel se introduce la segunda lengua en primero de Infantil de manera natural, creando situaciones cotidianas. A través de rutinas, juegos y canciones que se introducen en la asamblea y en determinados momentos del día.

Trabajar la fonética es primordial para qué los niños aprendan la pronunciación de los sonidos que no forman parte de su idioma materno. 

En el primer ciclo de Primaria se mantiene la importancia del lenguaje oral ya que no empiezan a escribir hasta el segundo, donde ya se introducen además reglas gramaticales. 

Basamos el aprendizaje del idioma en un método comunicativo donde el inglés es el vehículo y herramienta para aprender, además del propio idioma, otros contenidos.

En resumen, aprender un idioma al igual que adquirir otras muchas destrezas en la vida, requiere de un aprendizaje constante y de una gran motivación ya que un idioma es algo vivo y cambiante.



Valores en educación Infantil

Los niños son el futuro de nuestra sociedad y es en las primeras etapas cuando se deben inculcar una serie de valores como el respeto, la honestidad o la igualdad entre otros. No se trata de una mera transmisión teórica sino más bien de una forma práctica y significativa comenzando por uno de los entornos más cercanos al niño, la escuela.

Gracias a la convivencia en el aula con sus iguales, se hace posible vivir situaciones en las que ellos deben solucionar conflictos, asumir diferentes opiniones y puntos de vista u organizarse para compartir los materiales, para ello, la figura del docente es fundamental para mediar y modelar los valores y las consecuentes acciones de sus alumnos.

¿Cómo podemos proporcionar una educación en valores dentro del aula?

Valores en educación InfantilLos niños y niñas cuando nacen no tienen un patrón adquirido sobre cómo actuar ante las situaciones o diferenciar entre lo que está bien o lo que está mal, será mediante la observación de las personas que les rodean cuando irán adquiriendo esos parámetros sobre lo que es correcto y lo que no. Por ello, es de vital importancia que el docente actúe en todo momento con sus estudiantes acorde con aquellos valores que quiera transmitir, respetando a sus alumnos, escuchándolos de forma activa e intentando siempre hacer la elección más justa para todos.

A lo largo de la jornada escolar, surgen cantidad de situaciones interesantes en el aula, ya que los niños interactúan entre ellos y, en ocasiones, sin filtro alguno. No debemos actuar tan solo cuando surja un conflicto, sino que debemos observar a los alumnos en el juego simbólico, en sus conversaciones y en su forma de interactuar para actuar cuando percibamos comentarios o acciones que van en contra de los valores que se quieren transmitir haciendo a los niños y niñas reflexionar sobre ello y aportando diferentes puntos de vista al respecto.

Los cuentos son un recurso muy valioso para la transmisión de valores, a través de los personajes y las situaciones que estos viven, a menudo los estudiantes se identifican con estos ellos y aprenden de sus errores y decisiones, observando su comportamiento desde una posición objetiva y haciendo un juicio de valor sobre lo que sucede en el comienzo y en el desenlace.

Mediante la asunción de responsabilidades específicas en forma de rutinas de aula los alumnos ponen en práctica los valores adquiridos como por ejemplo con el cuidado de una mascota, fomentando así el respeto a los animales, la responsabilidad de una tarea diaria o la constancia.

Valores en educación InfantilLas campañas de recogida de alimentos o la participación en movimientos solidarios como la carrera a favor de los océanos les ayudan a concienciarse de la realidad que les rodea actuando en consecuencia para cambiarla en base a unos valores como la generosidad, el respeto al medio ambiente o los derechos humanos. De esta manera, ya desde edades tempranas comienzan a tener conciencia de la desigualdad del mundo que les rodea pero también concienciando de que ellos pueden actuar para modificarla mediante pequeñas acciones solidarias.



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