“Sé, enseño y aprendo sintaxis” tiene entre otros, un claro objetivo, la socialización de alumnos de diferentes cursos de secundaria (1º y 4º) mediante la enseñanza y aprendizaje de la sintaxis. Una nueva experiencia de aprendizaje entre iguales que se ha realizado en el Colegio.
Tanto el aprendizaje cooperativo como el colaborativo se pueden poner en práctica pudiendo aplicar ambas metodologías para una misma tarea. De eso se trata. En esta experiencia de aula en la que se ha planteado la actividad “sé, enseño y aprendo sintaxis” se han fusionado los dos aprendizajes. La profesora constituyó la estructura cooperativa del grupo-clase, así como la ruta de trabajo e interacciones que debían seguir los estudiantes. Los propios alumnos han sido los que se han organizado a la hora de trabajar y los que han desarrollado el plan a seguir.
La experiencia se realizó con las clases de Lengua de 4º ESO y los alumnos de Taller de Lengua de 1º ESO. Los alumnos de 4º conocían previamente su tarea, se iban a convertir en profesores por unos días. La sintaxis es una de las partes de la lengua que más les cuesta asimilar, conocen bien la teoría pero les resulta muy complicado realizar el análisis sintáctico. Ellos llevan un año de mucha práctica.
Sin previo aviso, la profesora llevó a los 9 alumnos de Taller de lengua a la clase de 4º de ESO. Se colocaron dos alumnos por mesa (los de 4º están en grupos de cuatro). Tenían que conseguir que, en varias sesiones, los “pequeños” fuesen capaces de analizar todos y cada uno de los tipos de sintagmas y reconocer algunos complementos del verbo, solamente los trabajados en clase.
Realmente ha sido una experiencia enriquecedora tanto para los alumnos, que han demostrado su gran potencial, como para la profesora, que ha observado cómo los mayores se esforzaban y conseguían explicar cuestiones que a ellos les costó mucho aprender. Alumnos, que en clase se despistan fácilmente, atendían a sus nuevos “profes”, muy implicados en su tarea, bromeaban con ellos e incluso les hacían repetir los ejercicios. Dos “profesores” para cada uno de los alumnos, que debatían sobre la explicación de algunas cuestiones y se ponían de acuerdo en sus exposiciones, pensando entre los dos, ejemplos apropiados para su enseñanza. Se encargaron de preparar los temas, de buscar sintagmas, oraciones para analizar…
El último día, los alumnos hicieron varias evaluaciones. Los mayores prepararon un ejercicio con todos los contenidos que habían trabajado y así pudieron observar el resultado de su trabajo. Ellos mismos corrigieron la prueba y calificaron a sus nuevos alumnos, que se mostraron satisfechos con las calificaciones. Al finalizar este trabajo también les hice llegar a todos un formulario en forma de rúbrica que rellenaron de forma privada realizando una autoevaluación y una coevaluación cuyo resultado ha sido muy interesante. Demuestran en estas evaluaciones madurez y capacidad analítica. Es sorprendente lo críticos que son con ellos mismos en la autoevaluación, han aprendido de sus errores y han descubierto cómo pueden mejorar. “Todos enseñamos, todos aprendemos”.