Somos conscientes de la importancia que tiene el conocimiento de nuestro esquema corporal, por ello lo trabajamos de manera especial en Educación Infantil a través de la lateralidad, ya que a estas edades es cuando se consolida. La lateralidad es un proceso activo que pasa por diferentes fases hasta que, aproximadamente, entre los 5 - 7 años queda definida.
La lateralidad es un término que está de moda, puesto que hoy en día, escuchamos hablar muy a menudo del mismo.
Al hablar de lateralidad hacemos referencia al eje que divide el cuerpo en dos partes iguales. En virtud de ello distinguimos la izquierda y la derecha.
Nuestro cerebro consta de dos hemisferios: el derecho y el izquierdo. Y cada uno de ellos dirige determinadas funciones.
En la mayoría de las personas se da una preferencia de uno de los hemisferios, es decir, uno de los hemisferios es dominante. A esta preferencia por utilizar un lado de nuestro cuerpo, es lo que llamamos lateralidad.
Por lo tanto, la lateralidad, incluye la dominancia del uso de la mano, el ojo, el oído y el pie del mismo lado a la hora de llevar a cabo las actividades diarias. Es decir, hace referencia al hemisferio cerebral que organiza la información que entra en el cerebro, su interpretación y su salida.
Por consiguiente, si el dominio es derecho hablamos de personas diestras; si es izquierdo, hablamos de personas zurdas, y si es tanto derecho como izquierdo hablamos de personas ambidiestras.
En el colegio San Gabriel trabajamos la lateralidad de forma específica en 3º de Educación Infantil, ya que es imprescindible el adecuado desarrollo de la misma para un correcto aprendizaje de la lecto-escritura, la elaboración de su esquema corporal y la organización de las referencias espaciales, derecha e izquierda.
Semanalmente dedicamos una hora para realizar ejercicios de forma lúdica, a través de los cuales se trabaja el esquema corporal y la coordinación entre las partes del cuerpo, así como la coordinación visomotriz y los movimientos oculares controlados.
Lo llevamos a cabo a través de una serie de ejercicios, como por ejemplo:
Poco a poco vamos viendo la evolución en los niños/as, es decir, van definiendo su lateralidad, lo que nos permite ir introduciendo algún ejercicio más de mayor complejidad.
Tras varios años consecutivos realizando este tipo de ejercicios, integrados en proyectos innovadores, llegamos a la conclusión de que un correcto desarrollo de la lateralidad a edades tempranas puede ser decisivo en la consecución de futuras actividades. Además, cabe destacar, que la lateralidad tiene una continuidad en Educación Primaria a través de asignaturas como Educación física, artística o música.