Como es bien sabido, tanto en secundaria como en bachiller, la asignatura de matemáticas es una de las que menos éxito tiene entre el alumnado. Esto se debe al error de verlas como algo aislado que no tiene relación con el mundo que rodea a nuestros alumnos y, por lo tanto, a la creencia de que no las van a utilizar en un futuro. Sin embargo, lo que la mayoría de la gente no sabe es que existen conexiones entre esta materia y otras muchas como, por ejemplo, la música. Este tipo de relaciones ofrecen a los profesores un recurso educativo para desarrollar las clases de matemáticas basadas en el aprendizaje significativo a través de otras actividades relacionadas con la música. Gracias a esto, se puede aumentar el interés de los alumnos en ambas materias, así como hacerles ver la relación entre dos asignaturas que aparentemente no la tienen o desconocen. Además, al tratarse de actividades que utilizan conocimientos aprendidos en las clases de música, los conceptos matemáticos se aprenden más significativamente, lo cual ayuda al aprendizaje de nuestros alumnos.
El aprendizaje significativo es una teoría de aprendizaje que se define como el proceso según el cual se relaciona un nuevo conocimiento o una nueva información con los conocimientos previos ya existentes. Esto quiere decir que el alumno aprende un contenido cualquiera cuando es capaz de atribuirle un significado y, por ende, este nuevo conocimiento puede ser utilizado con mayor facilidad. Gracias al uso de esta teoría como método de enseñanza, los alumnos dan a los contenidos matemáticos significados relacionados con lo que ya conocen de las clases de música. Por eso, el uso de esta metodología es un acierto en un centro como el Colegio San Gabriel, ya que se dispone de recursos como el aula de música, la metodología flipped classroom o las nuevas tecnologías como herramientas utilizadas en el aula, que facilitan las actividades de estas características.
Una actividad idónea para los cursos de 3º o 4º de la ESO es “El juego de dados de Mozart”. En esta actividad, los alumnos aprenden a trabajar con gráficas estadísticas y con la regla de Laplace, mientras se habla de historia de la música y de compositores tan importantes como Mozart, así como de la composición de piezas musicales e incluso la interpretación de las mismas en el aula de música. Los alumnos deben lanzar dos dados 16 veces y, dependiendo de la suma de los números obtenidos en cada lanzamiento, empiezan a componer un vals en el que se eligen sucesivamente los compases que lo formarán. A través de esta actividad y mediante preguntas que se plantean a los alumnos, irán aprendiendo vocabulario y herramientas de probabilidad. Además, también se potencia el razonamiento deductivo, el cual es muy importante en la asignatura de matemáticas y en muchas otras. Una vez compuesto el vals, gracias a las herramientas tecnológicas de las que se dispone en el colegio, los alumnos pueden conseguir la partitura en formato digital para después interpretarla en el aula de música.
Actividades como éstas son las que permiten que se puedan llevar a cabo proyectos en asignaturas tan diferentes, pero a la vez tan relacionadas, y así poder trabajar conjuntamente distintas materias para hacer ver a los alumnos que todo lo que estudian está de una forma u otra conectado.