Los trastornos del lenguaje dificultan o anulan la comprensión y expresión y pueden afectar a la comunicación oral o escrita y a la producción del lenguaje. Este desempeña un papel de nivel superior en el manejo de nuestros procesos mentales; por lo tanto, es afectado por otras conductas y, a su vez, las afecta. Este tipo de trastornos, independientemente del momento en el que surjan (en el momento del desarrollo del lenguaje o como una pérdida posterior de habilidades ya adquiridas), pueden afectar al habla, a la escritura o a elementos paraverbales (tono, fluidez, etc.) o no verbales (gestuales).
Existen multitud de trastornos del lenguaje, pero vamos a centrarnos en la disgrafía, la dislalia y la dislexia. Es importante saber reconocerlas y adoptar las medidas necesarias para afrontarlas.
DISGRAFÍA
La disgrafía afecta principalmente la escritura. El niño tiene problemas en el acto físico de escribir y puede presentar dificultades en la organización y expresión de sus ideas por escrito. Debemos tener en cuenta que hay diferentes tipos de disgrafía: motriz, sintomática, específica, superficial, fonológica, profunda y semántica. Las personas que padecen disgrafía acostumbran a compartir una serie de características en su escritura:
Estos rasgos pueden ayudarnos en la detección de este trastorno y así aplicar las medidas necesarias como:
DISLALIA
La dislalia afecta a la producción del lenguaje oral. Es una dificultad específica del habla y la voz, concretamente, de la producción y/o articulación de uno o más fonemas. Los fonemas que se ven afectados de forma frecuente en los niños que padecen dislalia son las consonantes “r, s, l, k, z, ch”. Es habitual que este trastorno condicione el aprendizaje, por lo tanto, se recomienda que se trate tempranamente.
Este trastorno tiene un origen multifactorial:
El diagnóstico y tratamiento de la dislalia será realizado por un profesional. En el colegio debemos seguir sus recomendaciones y estimular a través de juegos que ejerciten los músculos faciales, la pronunciación u omisión de palabras. Así como, el trabajo en EQUIPO COOPERATIVO, y LA COMPETENCIA DIGITAL a través del uso del teclado.
DISLEXIA
El trastorno más conocido y frecuente es la dislexia, que afecta principalmente al lenguaje escrito y supone dificultad para leer o para comprender lo que se lee. Esto se debe a la realización de sustituciones y mezclas de letras, así como omisiones y traslaciones, que tienen como resultado una lectura lenta y dificultosa.
Como gran parte de los trastornos del aprendizaje, los síntomas son generales y varían de una persona a otra, pudiendo ir asociados a déficits de la atención, a los movimientos oculares, al desarrollo cerebral, a la memoria, a la coordinación, a las capacidades espaciales, a la secuenciación del movimiento, a la lectura de mapas y al procesamiento viso-espacial.
En los niños de primaria las primeras manifestaciones de la dislexia son:
Algunas medidas para dar respuesta a la diversidad y que, por lo tanto, son aplicables al alumnado con dislexia, son las siguientes:
En todos los casos son importantes las metodologías y estrategias innovadoras. En San Gabriel, sin duda son unos aliados fantásticos que nos ayudan a trabajar con los niños que presentan estos trastornos del lenguaje. Otra medida de la que no nos olvidamos, es la realización de las adaptaciones curriculares precisas, en las que nuestro Departamento de orientación hace un trabajo magnífico.
Por último, no debemos olvidar el impacto emocional y social que se puede producir en los niños. A menudo se sienten confundidos y frustrados en la escuela. Esto puede causar ansiedad y baja autoestima. No entender bromas, sarcasmos o significados sutiles, así como no encontrar la palabra adecuada, puede afectarles socialmente.
Por eso el papel de los profesores es fundamental, no sólo para identificar precozmente estos trastornos, sino para ofrecer al alumno herramientas, pautas y apoyo, que hagan que estas dificultades solo sean un bache en el camino y no condicionen de manera negativa su vida académica.