La implementación de un programa de bilingüismo conlleva una serie de decisiones que tienen que ver con aspectos curriculares, metodológicos y de evaluación. Centrándonos en la metodología, el Aprendizaje Integrado de Contenidos y Lenguas Extranjeras (AICLE) nos ofrece una serie de ventajas relacionadas, por ejemplo, con el contexto para ampliar el impacto del enseñanza de materias en una segunda lengua, contenido para preparar a nuestro alumnado en sus estudios y destrezas futuras, lingüísticas para partir desde un enfoque eminentemente comunicativo, de aprendizaje para introducir diferentes estrategias interniveladas y culturales para promover una comunicación intercultural favoreciendo las destrezas comunicativas y participación en proyectos internacionales.
Desde el Colegio San Gabriel valoramos rigurosamente todos los aspectos comentados anteriormente para aplicarlos y desarrollarlos con nuestros estudiantes que cursan materias bilingües. Dicha implementación conlleva, al mismo tiempo, contagiar el centro educativo en distintas zonas o espacios en donde la comunicación en una segunda lengua está presente y convirtiéndose en una herramienta de comunicación alternativa e invisible.
Uno de los aspectos que tenemos en cuenta a la hora de planificar nuestras propuestas didácticas está centrado en tres elementos clave que recuperamos de la propuesta didáctica denominada tríptico lingüístico (1) en AICLE:
Es un primer paso de andamiaje en la planificación de las actividades en donde se decide cuál va a ser el vocabulario o expresiones importantes que los estudiantes han de aprender relacionados con los objetivos de aprendizaje propuestos.
Sin duda, es el elemento más importante y que supondrá el éxito del proyecto o unidad desde la metodología AICLE. En este caso, invitamos a nuestros estudiantes a que usen un lenguaje funcional que no esté relacionado con los aspectos gramaticales o léxicos. Será aquel lenguaje el que les permitirá interactuar para organizarse, planificar, presentar un proyecto o realizar actividades adecuadamente.
En esta ocasión, el uso de una segunda lengua tendrá como consecuencia la integración de nuevas estructuras lingüísticas y léxicas que no se hayan planificado con anterioridad y que lleguen a formar parte del repertorio comunicativo de los estudiantes. Este tipo de aprendizaje tiene lugar cuando consultan materiales de apoyo como los diccionarios o piden la ayuda del profesorado.
En resumen, entendemos la integración del AICLE como metodología activa para y a través del aprendizaje. Supone disponer de oportunidades que se transformarán en una serie de materiales, recursos y tareas con las que nuestros estudiantes evidenciarán los objetivos de aprendizaje propuestos, sabiendo y siendo capaces de transferirlos a otros contextos.
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(1) Coyle D, Hood, P, Marsh, D.(2012) “CLIL. Content and Language Integrated Learning”. Cambridge University Press.