Dentro de la Psicología, los estudios sobre la metacognición datan de la década de 1970. John Flavell acuñó el término a partir de sus investigaciones sobre los procesos cognitivos de las personas. Flavell determinó que las personas necesitan emplear un nivel de pensamiento superior que ponga atención sobre los otros procesos intelectuales para corregir errores, optimizar mecanismos cognitivos y mejorar la implementación de estrategias para la ejecución de tareas. Entendemos entonces que la importancia de la metacognición, en este sentido, es que su dominio nos permita autogestionar y controlar nuestros procesos de aprendizaje, mejorar su eficiencia y optimizarlos.
En el ámbito académico, la metacognición ayuda a los alumnos a ser autónomos en su aprendizaje y a mantener una actitud crítica sobre la información, sobre el conocimiento y sobre sus propias estrategias de aprendizaje. La metacognición ofrece para los estudiantes numerosas ventajas. Es interesante comprobar que la mayoría de estas ventajas aparecen incluidas dentro de Nuestro Proyecto Educativo.
La metacognición supone poder realizar otros aprendizajes de forma autónoma en el futuro. Por eso, hablamos de que cada alumno es único. Y cada uno se merece tener oportunidad de conseguir el éxito escolar en un entorno que le brinde oportunidades de mejora continua.
Con la metacognición se fomenta un aprendizaje significativo. Se trata de ser conscientes de qué se quiere aprender, por qué, para qué, cómo, lo que nos va a costar, qué estrategias deberemos seguir para lograrlo y, una vez aprendido, poder evaluar y mejorar para futuros aprendizajes. Nuestro proyecto basado en los modelos de Inteligencias Múltiples y Flipped Classroom, introduce en el aula metodologías innovadoras que resultan motivantes.
La metacognición contribuye a la autonomía de nuestros estudiantes. En el Colegio realizamos actividades y propuestas que fomentan la reflexión sobre el aprendizaje, necesaria para el desarrollo metacognitivo:
La metacognición es un camino viable para lograr un desarrollo más pleno de la autonomía de los estudiantes, reflejándose éste, entre otros aspectos, en un aprendizaje que trasciende el ámbito escolar para proyectarse en la vida de los estudiantes, en un "aprender a aprender". Metodologías innovadoras encaminadas a que cada uno de los alumnos desarrolle sus capacidades y adquiera las competencias que le permitan afrontar el futuro.
Potenciamos el desarrollo de la metacognición, para ello formamos alumnos más conscientes y autónomos en sus aprendizajes, sin olvidar el aspecto motivacional y el contexto apropiado, en el desarrollo de las estrategias de aprendizaje. El papel de los profesores en el proceso es decisivo. Para ello, evaluamos nuestra propia forma de enseñar y de aprender para ayudar a nuestros alumnos a desarrollar esas estrategias. En San Gabriel todos aprendemos, todos enseñamos.
Que los planteamientos de la actividad docente deben cambiar y están cambiando es un hecho incuestionable desde el mismo momento en el que nos encontramos con una nueva realidad escolar. Es aquí donde juega un papel importante el aprendizaje significativo, pues si las motivaciones y la forma de aprender de nuestros alumnos cambia, también debemos cambiar la forma de enseñar.
Es decir, nos encontramos con aspectos que no se pueden dejar de lado y que además llevan ya tiempo en la realidad del aula, como son la diversidad y la heterogeneidad de los alumnos, y partiendo de esta base, la teoría del aprendizaje significativo, nos marca un aprendizaje a largo plazo según el cual, para aprender es necesario relacionar los nuevos aprendizajes con los conocimientos previos del alumnado. Está demostrado que tendemos a rechazar aquello que no tiene sentido y en cambio estamos predispuestos a aprender lo que tiene sentido o lógica, por lo que el aprendizaje con sentido va a ser la clave para obtener un aprendizaje eficaz, huyendo de lo puramente memorístico y mecánico.
Esto implica presentar los conocimientos de manera coherente, interrelacionándolos unos con otros, formando un entramado de conocimiento perfecto y que nos permita asentarlo para que permanezca en nuestros alumnos a largo plazo.
Por lo tanto, en la educación actual, tal como está evolucionado, el aprendizaje por repetición está obsoleto, ya que es un aprendizaje de fácil olvido que si es verdad que ofrece una repetición inmediata, no es un aprendizaje real ya que no va a perdurar en el tiempo y por lo tanto no es significativo.
El aprendizaje significativo no solo facilita el nuevo aprendizaje relacionándolo con los conocimientos que ya se tienen, sino que está demostrado, que aumenta la autoestima de los alumnos y potencia el enriquecimiento ya que consigue una motivación extra. Este es, sin duda, un hecho que no debemos obviar si pretendemos ser eficaces en nuestra labor como docentes.
Además de facilitar la adquisición de nuevos conocimientos relacionados con los ya aprendidos significativamente, se produce una retención más duradera de la información, pues al relacionarse con la anterior, es depositada en la memoria a largo plazo. Es decir, se trata de un aprendizaje activo, ya que depende de la asimilación deliberada de las actividades de aprendizaje por parte del alumno de forma personal.
En los últimos tiempos se ha visto que la inserción de las TIC en educación, en detrimento de las metodologías tradicionales, ha favorecido el desarrollo del aprendizaje significativo, pues las tecnologías son una realidad con la que los alumnos del siglo XXI conviven de manera permanente y continuada. Estas nos ayudan no solo a facilitar la presentación del contenido si no a ofrecer una enseñanza personalizada en la que cada alumno es el protagonista de su propio aprendizaje.
A esto debemos sumar otros factores. Por ejemplo, el uso de un dispositivo funciona como un elemento motivador que hace que el alumno no vea el estudiar como algo arduo y obligatorio. Además ayuda en el trabajo cooperativo, tan importante en educación, sin olvidar que las TICS, hoy en día, son una fuente de información inagotable e irremplazable.
Entonces el aprendizaje es realmente significativo cuando es consciente y eficaz, cuando el alumno parte de conocimientos previos que van a ir evolucionando y desarrollándose desde lo más general a lo particular y cuando sus intereses y su curiosidad se reflejan en los nuevos contenidos que adquirirán relevancia no solo en el presente inmediato si no a largo plazo, dándole sentido y coherencia, es decir, preparándose para retos futuros.
En el mundo de la educación, nos enfrentamos constantemente al reto educativo de preparar a nuestros estudiantes para un futuro en continua evolución. El aprendizaje basado en retos es una metodología que ha cobrado fuerza en respuesta a esta necesidad.
Dicha metodología se centra en desafiar a los estudiantes a resolver problemas reales y significativos. En lugar de simplemente recibir información, los estudiantes se convierten en protagonistas activos de su proceso de aprendizaje. Se enfrentan a problemas concretos y buscan soluciones a través de la investigación, la colaboración y la creatividad.
El aprendizaje basado en retos ofrece una serie de ventajas significativas. En primer lugar, fomenta el desarrollo de habilidades críticas, como el pensamiento crítico, la resolución de problemas y la toma de decisiones. Los estudiantes se vuelven más autónomos y responsables de su aprendizaje, lo que promueve la autodisciplina y la motivación intrínseca.
Además, esta metodología mejora la retención del conocimiento, ya que los estudiantes aplican lo que aprenden en situaciones reales. A medida que abordan problemas complejos, desarrollan habilidades de investigación y colaboración, lo que es esencial en un mundo cada vez más interconectado.
La implementación del aprendizaje basado en retos en el Colegio San Gabriel se basa en la creación de experiencias de aprendizaje significativas y aplicadas. Los docentes actúan como guías y facilitadores, proporcionando apoyo y recursos a medida que los estudiantes abordan estos desafíos.
El enfoque en proyectos interdisciplinares y el uso de la tecnología como herramienta de investigación también son parte integral de esta enseñanza activa. Esto garantiza que los estudiantes adquieran habilidades relevantes para el mundo actual y estén preparados para afrontar los desafíos del siglo XXI.
Un claro ejemplo que se lleva a cabo todos los años en Zaragoza y al que San Gabriel se suma, es el proyecto “Aprendiendo a emprender”, que tiene por objetivo ayudar a los alumnos y alumnas de 6º de primaria a entender el funcionamiento del mundo emprendedor desde la escuela, fomentando su espíritu emprendedor, su autonomía e iniciativa personal.
A lo largo de un curso escolar, los alumnos y alumnas crean y gestionan una cooperativa y se trabaja de manera multidisciplinar en distintas asignaturas. El resultado final de todo este trabajo puede verse en los Mercados de Cooperativas Escolares que se celebran a final de curso.
Además, esta metodología activa es aplicada en el día a día del aula con actividades como por ejemplo la resolución de problemas matemáticos cotidianos, las discusiones en grupos pequeños, los desafíos de escritura creativa o los juegos de simulación.
A modo de conclusión, en el Colegio San Gabriel se trabaja el aprendizaje basado en retos como un enfoque pedagógico fundamental, proporcionando a nuestros estudiantes oportunidades reales para aplicar en su aprendizaje, para desarrollar habilidades esenciales y para convertirse en agentes activos en su propio proceso de educación, lo que les permite aprender de manera activa y participativa, contribuyendo a un aprendizaje más efectivo y estimulante.
Los alumnos de 4º de Primaria dentro del proyecto “Filosofando con el Coco” trabajaron este curso en una actividad basada en el aprendizaje vivencial de las matemáticas.
El objetivo era poner en marcha sus conocimientos previos y su capacidad de pensamiento para resolver una situación real.
Coco quería amueblar su habitación y tenía que comprar muebles que cupiesen en su habitación, además tenía un presupuesto al qué ajustarse y no podía pasarse de él, los alumnos tenían que buscar muebles que se ajustaran a la medida de la habitación. Para para ello tuvieron un mapa a escala 1:20. Además de buscar las medidas reales del mueble debían averiguar la medida que ocuparían en el plano.
Esta actividad pone de manifiesto la funcionalidad de las matemáticas para la vida, para desarrollarse en el día a día y hacer ver al alumno que lo que aprenden está estrechamente ligado a la realidad.
Desde el departamento de Ciencias os presentamos un proyecto que llevamos varios años realizando con los alumnos de segundo de la ESO. En concreto es un mini proyecto recogido en el primer proyecto de curso “Somos pequeños científicos” y que se basa en la realización de un catálogo de materiales de laboratorio.
Este proyecto consiste en la elaboración de un catálogo con material de laboratorio típico en un laboratorio de química. Para ello se les da un listado de objetos y ellos tienen que elaborar el catálogo. Se les dice que el colegio necesita ampliar el laboratorio y ellos son los responsables de suministrar estos objetos. Además, tiene el aliciente, ellos en la sesión final tendrán que vender su catálogo como si fueran vendedores reales, donde pueden ofrecer ofertas y precios, y realizar aquello que consideren oportuno para hacerlo más atractivo.
El catálogo, aunque se les sugiere que lo realicen en presentaciones de Google, se puede realizar mediante cualquier herramienta de selección, siempre estimulando la creatividad de los alumnos, algo que consideramos muy importante.
El trabajo lo realizan en parejas, colaborando en su elaboración, y pensando en la estrategia para su venta. Las ideas del diseño y presentación son de la propia pareja. Siempre con el asesoramiento del profesor. Los objetivos que se persiguen con este proyecto son tanto el conocimiento de las funciones de cada uno de los objetos presentes en el catálogo, como en el reconocimiento a través de fotografías de cada uno de ellos. Además de la colaboración en grupo y todo lo que implica, fomentar la creatividad, el espíritu crítico, incluso el humor como elemento esencial del aprendizaje.
Las competencias básicas relacionadas con dicho proyecto, son: competencia digital, competencia lingüística, sentido de iniciativa y espíritu emprendedor, y la competencia de aprender a aprender. Aunque el resto de competencias también están presentes de forma menos evidente.
Este miniproyecto se realiza en dos o tres sesiones de búsqueda y preparación, tanto del catálogo como de su defensa y venta. Y además, se realiza otra sesión para la venta propiamente dicha. El profesor actúa como representante del colegio en la compra del material necesario, les pregunta sobre el catálogo y se asegura que conocen bien el producto que venden. El alumnado, para atraer a la venta, añade precios y ofertas consecuentes a lo que ofrecen. En esta entrevista final, deben de mostrar conocimiento del material, y a la vez entusiasmo a la hora de vender su producto.
En la preparación del catálogo puede surgir algún problema en la búsqueda de imágenes, pero la figura permanente del profesor es referente durante el proceso de aprendizaje. En posteriores pruebas que se realizan a los alumnos, comprobamos la adquisición de los conocimientos.
Esta actividad tiene un aspecto lúdico ya que la presentación-entrevista final siempre está llena de risas y disfrute. Algo muy importante para hacer un aprendizaje significativo.
Finalmente, la evaluación se realiza como a través de una rúbrica.
Las estaciones de aprendizaje son un tipo de metodología activa que consiste en trabajar una unidad didáctica, un contenido o parte de un contenido con diferentes actividades; es decir, dividirla en distintas partes para que el alumno pueda trabajarla a nivel individual o grupal. Se basa en un circuito de aprendizaje, en el que el alumno va pasando, aprendiendo e interiorizando contenidos distintos pero relacionados entre sí.
En primer lugar, podemos utilizar esta forma de aprendizaje para observar los conocimientos previos del alumno. Para ello, se focalizan diferentes contenidos en las distintas estaciones de aprendizaje que nos permitan obtener información del nivel de cada alumno.
En segundo lugar, como forma de evaluación, haremos lo mismo que el apartado anterior pero con actividades que evalúen la aplicación de los conocimientos previos y lo que han aprendido.
Y finalmente, como método de repaso. Nos permite obtener información acerca de los aspectos que han comprendido bien o sobre los que hay que seguir incidiendo.
Por un lado, los rincones de aprendizaje son espacios fijos y delimitados donde los alumnos realizan distintas actividades al mismo tiempo. Por otro lado, las estaciones de aprendizaje no son espacios fijos, sino que se van adaptando a las necesidades de los alumnos, a las actividades y a su finalidad.
Durante el primer trimestre de este curso, los alumnos de cuarto de Primaria han realizado varias estaciones de aprendizaje:
La primera fue sobre el contenido de la división.
La segunda se desarrolló en torno a las fracciones.
La tercera fue un repaso de contenidos del año anterior al que se le sumaron otros nuevos.
La educación y la formación no sólo están basadas en la adquisición de contenidos por parte del alumnado, ya que todo ser humano desde que nace hasta que muere tiene una relación de dependencia con el medio social en el que se relaciona, así como con el entorno natural que le rodea y en el que vive.
Gracias a esta relación con el medio, el alumno puede desarrollar y perfilar su personalidad, siendo las primeras etapas educativas de gran importancia
Podemos entender como entorno social aquel medio donde las personas nos relacionamos con los demás. Es el medio más próximo y cercano en el que el alumno desarrolla su día a día, mantiene contacto con la cultura y la sociedad, y donde convive con otras personas. Cuando hablamos de entorno natural hacemos referencia al medio natural en el que vivimos y que nos rodea, y las relaciones que tenemos con él.
Durante la etapa escolar, son de máxima importancia el medio y la educación que en él reciben las personas.
La perfecta integración de los alumnos en su entorno más cercano es clave en su desarrollo personal, así como en la adquisición de una serie de valores, actitudes y competencias, que los ayudarán a relacionarse de manera positiva con otras personas, a afrontar diferentes problemas y situaciones a lo largo de su vida y a desarrollar un pensamiento crítico.
La teoría del Aprendizaje significativo propuesta por Ausubel, destaca la importancia de que el alumno desempeñe un rol activo, centrándose fundamentalmente en intentar que este relacione los nuevos conocimientos adquiridos con otros que ya conozca, dada la conexión de estos con su entorno más cercano. El significado que le da a estos nuevos conocimientos proviene del medio social y natural externo, y es primordial que el alumno los asimile y los interiorice.
En el ámbito educativo, existen numerosos autores que han hablado de la importancia del entorno en la educación del alumnado. Así, tenemos como ejemplos a:
Podríamos concluir diciendo que si se integra el factor emocional en las aulas, así como el entorno en el que el alumno desarrolla su día a día, y teniendo en cuenta que “sólo se protege y conserva lo que se conoce y valora” (Plan Nacional de Educación y Patrimonio, 2012), podremos impulsar una educación que aúne tres conceptos: sentimiento, pensamiento crítico y acción.
Pocas son las personas relacionadas con el ámbito de la educación que hoy en día no hayan oído hablar del Flipped Classroom. De hecho, cada día son más los docentes y los colegios que se animan a usar este modelo pedagógico tan en auge y que implica un aprendizaje mucho más real y práctico.
En 2004, Bergman y Sams, dos profesores de química dell Woodland Park High School, una escuela situada en un medio rural, donde los estudiantes perdían muchas horas de clase debido a actividades deportivas u otro tipo de actividades, dieron con la solución a lo que el entorno les demandaba.
Ésta la encontraron en la tecnología, grabando sus lecciones y convirtiéndolas en video presentaciones. A esta técnica la llamaron “pre-broadcasting”, donde los estudiantes veían la presentación antes de ir a clase y luego en el aula se producía un debate.
El flipped classroom o clase invertida es un modelo pedagógico que invierte el proceso de enseñanza tradicional y sustituye las explicaciones magistrales de las clases por otro tipo de actividades en el aula que facilitan el aprendizaje real de los alumnos, donde ellos son el principal motor de su aprendizaje a través de trabajos por proyectos, gamificación o recursos más activos.
En otras palabras, el aspecto más teórico se deja para casa, a través principalmente de vídeos de corta duración, correspondiéndose con los niveles más bajos de la taxonomía de Bloom.
Debido a todo esto las clases se convierten en el auténtico centro del aprendizaje, y todo ese tiempo dedicado en clase a explicaciones es sustituido por tiempo de calidad, basado en aprendizaje cooperativo, proyectos, desarrollo de las inteligencias múltiples, donde el alumno pasa a ser realmente el protagonista de un aprendizaje significativo. En este caso se trabajan los niveles más elevados en la taxonomía de Bloom, como son crear, evaluar, analizar y aplicar.
Son muy numerosas y las podemos resumir en seis:
En pocos años se ha producido un incremento exponencial en la utilización de este modelo en los cinco continentes y cada vez se apuesta más por esta forma de enseñar.
En España, la evolución ha sido muy rápida, y ya hay escuelas y colegios que apuestan por la utilización de este modelo en todas las etapas educativas.
Las razones para su utilización son amplias, y van desde la satisfacción de los alumnos y alumnas hasta la mejoría en los resultados académicos en materias clave de nuestro sistema educativo.
Hoy en día, nos encontramos dentro de una sociedad en la que el estilo de vida sedentario está a la orden del día. Es por esto, que los centros educativos, a través de asignaturas como Educación Física pretenden huir del estilo de vida sedentario e inculcar en el alumnado hábitos de vida saludables.
Centrándonos en la etapa de Educación Infantil se habla de psicomotricidad, la cual es esencial para el desarrollo global de las personas ya que con ella se desarrollan al máximo los ámbitos cognitivo, social, emocional, físico, motriz y afectivo de todos los niños.
La psicomotricidad en los proyectos
A través de los proyectos se pretende que los niños aprendan de manera vivencial sobre un tema específico. De este modo, la psicomotricidad adquiere un papel relevante, ya que se crean situaciones ambientadas dentro del proyecto que se está llevando a cabo, dando pie a los alumnos a desarrollar sus capacidades de una manera lúdica, y divertida, trabajando así aspectos como su motricidad, coordinación y esquema corporal entre muchos otros, todo ello a través del movimiento.
Así es, que los alumnos pueden vivenciar, por ejemplo, en qué consiste un auténtico torneo de justas como en la Edad Media, o incluso, realizar teatralizaciones en teatros de sombras. Llevando de este modo a la psicomotricidad más allá del puro movimiento, dándole sentido y siendo significativo para el alumnado.
Psicomotricidad e inteligencia emocional
Más allá de ver la psicomotricidad como algo que solamente desarrolla el movimiento y las acciones motrices, es considerada una de las mejores opciones para desarrollar la inteligencia emocional ya que los niños y niñas a través de las acciones que llevan a cabo con su cuerpo expresan sus deseos de hacer, sentir y comunicarse con los demás.
Esto se ve en su motivación, interés, entusiasmo y alegría que les genera explorar el entorno que les rodea usando su cuerpo. Además, gracias a actividades que trabajan la expresión corporal como lo son los juegos de estatuas, teatros de sombras o moldeamientos de cuerpo, los alumnos se comunican y expresan lo que sienten a través de un lenguaje no verbal que acaba desarrollando su inteligencia ya que comienzan a entender sus limitaciones, capacidades, deseos y emociones.
El papel del entorno rural
El lugar en el que se desarrollan las sesiones es una parte indispensable, ya que este forma parte del aprendizaje. Es así como realizar la psicomotricidad en un entorno abierto, como lo es el bosque y lleno de elementos naturales, con los que el niño pueda experimentar e interactuar, dan pié a desarrollar su imaginación y a que se desarrolle al máximo en todos sus ámbitos del desarrollo de una manera más libre que en una sala cerrada.
En conclusión, la psicomotricidad no trabaja únicamente el cuerpo y los movimientos que se realizan sino que también desarrolla los ámbitos sociales y emocionales de cualquier niño generando en este un aprendizaje significativo que permiten al alumnado desarrollarse plenamente.
Como es bien sabido, tanto en secundaria como en bachiller, la asignatura de matemáticas es una de las que menos éxito tiene entre el alumnado. Esto se debe al error de verlas como algo aislado que no tiene relación con el mundo que rodea a nuestros alumnos y, por lo tanto, a la creencia de que no las van a utilizar en un futuro. Sin embargo, lo que la mayoría de la gente no sabe es que existen conexiones entre esta materia y otras muchas como, por ejemplo, la música. Este tipo de relaciones ofrecen a los profesores un recurso educativo para desarrollar las clases de matemáticas basadas en el aprendizaje significativo a través de otras actividades relacionadas con la música. Gracias a esto, se puede aumentar el interés de los alumnos en ambas materias, así como hacerles ver la relación entre dos asignaturas que aparentemente no la tienen o desconocen. Además, al tratarse de actividades que utilizan conocimientos aprendidos en las clases de música, los conceptos matemáticos se aprenden más significativamente, lo cual ayuda al aprendizaje de nuestros alumnos.
El aprendizaje significativo es una teoría de aprendizaje que se define como el proceso según el cual se relaciona un nuevo conocimiento o una nueva información con los conocimientos previos ya existentes. Esto quiere decir que el alumno aprende un contenido cualquiera cuando es capaz de atribuirle un significado y, por ende, este nuevo conocimiento puede ser utilizado con mayor facilidad. Gracias al uso de esta teoría como método de enseñanza, los alumnos dan a los contenidos matemáticos significados relacionados con lo que ya conocen de las clases de música. Por eso, el uso de esta metodología es un acierto en un centro como el Colegio San Gabriel, ya que se dispone de recursos como el aula de música, la metodología flipped classroom o las nuevas tecnologías como herramientas utilizadas en el aula, que facilitan las actividades de estas características.
Una actividad idónea para los cursos de 3º o 4º de la ESO es “El juego de dados de Mozart”. En esta actividad, los alumnos aprenden a trabajar con gráficas estadísticas y con la regla de Laplace, mientras se habla de historia de la música y de compositores tan importantes como Mozart, así como de la composición de piezas musicales e incluso la interpretación de las mismas en el aula de música. Los alumnos deben lanzar dos dados 16 veces y, dependiendo de la suma de los números obtenidos en cada lanzamiento, empiezan a componer un vals en el que se eligen sucesivamente los compases que lo formarán. A través de esta actividad y mediante preguntas que se plantean a los alumnos, irán aprendiendo vocabulario y herramientas de probabilidad. Además, también se potencia el razonamiento deductivo, el cual es muy importante en la asignatura de matemáticas y en muchas otras. Una vez compuesto el vals, gracias a las herramientas tecnológicas de las que se dispone en el colegio, los alumnos pueden conseguir la partitura en formato digital para después interpretarla en el aula de música.
Actividades como éstas son las que permiten que se puedan llevar a cabo proyectos en asignaturas tan diferentes, pero a la vez tan relacionadas, y así poder trabajar conjuntamente distintas materias para hacer ver a los alumnos que todo lo que estudian está de una forma u otra conectado.